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jueves, 25 de noviembre de 2010

Entrevista en Babette

Los que leen el blog con cierta asiduidad saben que no suelo hablar mucho de mi vida; el blog empezó, especialmente, como un recetario y nunca pensé que pudiera tener interés contar mucho más; sin embargo, reconozco que a mí me encanta que los blogs de otras personas hablen un poquito de quiénes son, de cómo son sus vidas, si viven en países extranjeros, cómo aprendieron a cocinar y a qué se dedican.
Últimamente he leído a muchas blogueras que tenían como afición la cocina, y gracias a la dedicación que supone publicar constantemente lo que tanto les gustaba descubrieron que era precisamente en eso en lo que querían trabajar; muchas lo han llevado a cabo, y para mí ha sido muy inspirador ver que eran capaces de arriesgar tanto, dar un giro a su vida y poner esfuerzo y entusiasmo en conseguir lo que querían.
También a mí me ha pasado algo parecido, y quiero compartirlo hoy. Bea, de La cocina de Babette, quien me enseñó a hacer pan, fue de las primeras en conocer mi proyecto, Eupalina, y se ofreció a hablar de ello en su web; no se me ocurre mejor manera de contarlo, así que aquí os lo dejo:
Espero que también esto pueda servir a alguien a animarse a trabajar por lo que quieren, incluso en una época tan difícil como ésta.
Gracias y un beso grande a Bea, maestra y amiga.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Crema de castañas casera

La crema de castañas más simple, para utilizarla como base para otros platos dulces o salados, untar en pan o como acompañamiento para un plato de carne (¡o para comérsela a cucharadas!!).
La cantidad depende de lo que necesitemos para la receta que queramos hacer: como guía, yo hice algo menos de 1/4 kilo de castañas y salió un bote mediano de crema y un poco más (en la foto). La receta es muy sencilla, la única complicación es que es un poquito laborioso pelar las castañas para que nos queden bien limpias. Hay varias maneras, una de ellas es quitar la cáscara dura y escaldar unos minutos las castañas en agua hirviendo para poder quitar bien la piel interior, pero he leído que hay quien simplemente les hace un corte y las mete un par de minutos en el microondas, para luego abrirlas y sacar toda la carne fácilmente (yo no lo he probado, ya lo intentaré la próxima vez).
Una vez bien limpias se ponen a hervir en agua con una pizca de sal (la suficiente para cubrirlas holgadamente, pero no queremos que se muevan mucho o se desharán) y, si queremos, con alguna especia o hierba aromatizante, yo puse una cucharadita pequeña de semillas de anís, pero es opcional. Esto también depende del uso que le vayamos a dar, dulce o salado. En función del tamaño de las castañas pueden tardar de 25-35 minutos en estar tiernas, y ya se sabe, la mejor manera de comprobarlo es probarlas. Una vez cocidas, se baten con algo del líquido de la cocción, hasta que tenga la textura deseada: yo la dejé más bien espesa e incluso con algún trocito pequeño de castaña. En este punto, si la queremos con una textura un poco más suave o un sabor diferente, se puede añadir un poquito de mantequilla mientras batimos, nata, azúcar (si la queremos dulce) o especias, si no hemos añadido antes. A envasar, ¡o a comer!

domingo, 7 de noviembre de 2010

Tiramisú

El tiramisú, según la receta de mi amiga L., que a su vez aprendió en Italia de una amiga de allá. Me gustó tanto la primera vez que lo hice que nunca la he variado. Es una receta bien sencilla, que sólo necesita buenos ingredientes y una pizca de cuidado para tener un postre de lujo. Esta vez, en vasitos individuales.
El postre estará mejor el día después, así que si es para una ocasión especial conviene prepararlo el día antes. Se necesita (para 8 vasitos pequeños, o para una bandeja, con una única capa de tiramisú. Se pueden doblar las cantidades si queremos más, o si lo queremos de 2 capas):
-1 tarrina de mascarpone de 250 gr. -3 huevos, no muy grandes, frescos y limpios -3-4 cucharadas de azúcar, según nos guste más o menos dulce -1 vaso grande de café fuerte, recién hecho -bizcochos "savoiardi" o soletillas (aproximadamente 16-18) -opcional: licor de café, u otro al gusto (yo nunca pongo) -cacao en polvo
Se prepara el café y, cuando aun está templado, se le añade una pizca de licor (si se quiere), se mojan bien los bizcochos en él y se van poniendo en el fondo de los vasitos o bandeja. Deben quedar bien empapados y blanditos, pero sin deshacerse. Por otro lado, se separan las yemas de las claras; las yemas de baten bien con el azúcar y, luego, se mezclan bien con el mascarpone hasta que quede una crema homogénea. Las claras se baten a punto de nieve y se unen a la mezcla anterior con mucho cuidado y movimientos lentos de abajo arriba, para que no pierdan el aire. Se pone esta crema sobre los bizcochos empapados, se espolvorea bien con el cacao y se mete en la nevera, tapado, para que gane consistencia.
Si se quiere de 2 capas (creo que es como se prepara tradicionalmente) se repite la operación, con cuidado de que la segunda capa de bizcochos no aplaste demasiado la crema.
En casa el momento favorito es el de rebañar el bol de la crema, al terminar de prepararlo, casi un ritual. Qué rico. Totalmente de acuerdo con el entrañable personaje del padre (Héctor Alterio) en la peli El hijo de la novia cuando discute con su hijo y dice algo así como que, para que sea tiramisú, tiene que ser CON mascarpone. Por eso (ya sé, ya sé, soy un poco pejiguera) me cabrea tanto cuando voy a un restaurante italiano "de los buenos" y me cobran 5 o 6 euros por un tiramisú hecho con otra cosa. Y por eso también da tanto gusto cuando te sirven uno bueno: de los mejores que he probado, el de la Tavernetta siciliana, en la calle Orellana.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Crema de coliflor

Una entrada cortita... son días ajetreados. Una crema rica para el otoño, muy fácil de preparar. Para 2 raciones generosas se necesitan:

-1/2 coliflor -2 patatas pequeñas, o una grande -1 puero picado -aproximadamente 1/2 litro de caldo, o agua -aceite de oliva -sal -1 dientes de ajo -pimentón de la Vera

Se rehoga el puerro en unas cucharadas de aceite, y se añaden después la coliflor en ramitas y la patata en trozos medianos. Se da unas vueltas a todo y se añade el caldo o el agua. Cuando rompe a hervir se baja un poco el fuego y se deja de 20 a 30 minutos, hasta que toda la verdura esté tierna. Se retira del fuego, se bate bien y se pasa por el pasapurés si hace falta. El ajo se pica en rodajitas y se doran ligeramente en un buen de aceite de oliva, con cuidado de no tostarlo en exceso o amargará. Poco antes de retirarlo del fuego se añade 1/2 cucharadita de pimentón y se mezcla bien; se sirve la crema adornada con el sofrito.